Edgar Prz
Hace poco más de dos años, la sociedad estaba polarizada por los acontecimientos que acababa de vivir. La gente salió a votar como nunca y le cambió el rostro al Partido en el poder; varios por no decir la mayoría fueron beneficiados por la ola obradorista obteniendo triunfos inesperados. Hasta ellos se sorprendieron.
Algunos ni se preocuparon por hacer campaña, sabedores que la gente quería ponerle un alto a un sistema que se estaba exhibiendo demasiado, que se estaba carcomiendo en su interior y votaron para erradicar el hartazgo, la molestia de todas las tropelías y el enojo por las condiciones económicas imperantes.
El resultado nos obsequió 7 diputados federales de los cuales muy poco se sabe de su labor legislativa. Obtuvieron una beca espléndida por 3 años y no han arrojado ningún resultado tangible que beneficie a la gente. En sus escritorios está la disminución del IVA, el cambio de tarifas eléctricas, la mejoría en las condiciones del agro quintanarroense, lo concerniente en materia de turismo y mucho más.
En fin, tenian con que entretenerse y no solo practicar el juego del “gato” en sus curules. Ninguno de ellos volvió a abrir su libreta de peticiones, proyectos y promesas hechas en campaña es más ya hasta se les perdieron. Toman los problemas del día, declaran, se inmiscuyen para sentirse de moda y todopoderosos. En el olvido quedó la petición del campesino de Sabán en José María Morelos que le solicitó a su diputada la “todo palacio”, ampliación del programa de empleo temporal.
Como recordar esos episodios de campaña, esos sufrimientos de andar de aquí para allá, de esos abrazos y besos en la mejilla de gente sudada y que porta su olor característico, de gente que solo se acerca para pedirles algo. No, eso no volverá solo si su Partido los postula para la reelección, cosa que se ve tan lejana como de aquí a Dubai.
Seria formidable que se dejen ver sino en sus distritos en otros para que la gente sepa quienes son. Si tuvieran un real compromiso con la gente desde que empezó la pandemia , su labor de apoyo a las autoridades locales, su gestoría ante las instancias federales habrían facilitado las cosas.
Aquí el señor Gobernador tiene que hacer esas diligencias y surge la pregunta “donde están”, los que compraron un cachito y se sacaron la lotería hace dos años; esos benefactores de los pobres, supuestos adalides de la nueva manera de hacer política.
Será necesario habilitar la alerta Amber?, hacer una mutualista para que salgan? Invitarlos a una fiesta Covid? O dejarlos que sigan durmiendo en sus distritos y en sus curules, total mucho ayuda el que no estorba. Mejor, seguire caminando y cantando la canción de Destinos Opuestos, donde están?, promesas de campaña donde están?, aquellos diputados donde están?.