El AC Milan, ahora comandado por Sérgio Conceição, ha dado un golpe de autoridad al proclamarse Supercampeón de Italia tras vencer 2-3 al Inter en una apasionante final disputada en Arabia Saudí. Este triunfo, logrado en los últimos minutos gracias a un gol de Tammy Abraham, marca el renacer de un equipo que hace apenas una semana estaba sumido en la incertidumbre.
La final no fue sencilla. El Inter, ganador de las últimas tres ediciones de este torneo, comenzó con ventaja gracias a los goles de Lautaro Martínez y Mehdi Taremi. Sin embargo, el Milan mostró un carácter que había estado ausente en los últimos años. Theo Hernández recortó distancias con un magistral tiro libre en el minuto 52, y Christian Pulisic igualó el marcador tras una gran jugada colectiva.
Cuando todo apuntaba a una definición por penaltis, Tammy Abraham apareció en el último suspiro para anotar el gol decisivo y sellar la victoria rossonera. Este resultado también significó una segunda victoria sobre el Inter esta temporada, consolidando el impacto inmediato de Conceição en el banquillo.
Un Milan renovado y competitivo
La llegada de Sérgio Conceição ha transformado al equipo en tiempo récord. En apenas ocho días, el técnico portugués no solo revivió al Milan tras una de sus peores crisis en años, sino que también logró derrotar a dos de los rivales más fuertes del fútbol italiano: la Juventus en semifinales y el Inter en la gran final.
“Sabía que este equipo tenía potencial, solo necesitaba confianza y dirección. Este triunfo es solo el comienzo”, declaró Conceição al finalizar el partido.
Detalles del partido
El Inter comenzó dominando. Lautaro Martínez, tras un error en la construcción del Milan, abrió el marcador justo antes del descanso con un gol magistral. Al inicio de la segunda mitad, Mehdi Taremi amplió la ventaja tras una asistencia precisa de Stefan de Vrij. Todo indicaba que el Inter se encaminaba a otro título.
Sin embargo, el Milan reaccionó. Theo Hernández acortó distancias con un espectacular tiro libre, mientras que Pulisic empató el partido tras un centro perfecto de Theo. Con el tiempo reglamentario casi agotado, Abraham selló el 2-3 definitivo, desatando la alegría de la afición rossonera.
Un futuro prometedor
Este triunfo no solo devuelve al AC Milan al lugar que le corresponde en el fútbol italiano, sino que también envía un mensaje claro a sus rivales: el Milan está de vuelta. Con un entrenador que ha demostrado su capacidad para inspirar y liderar, y un equipo que ahora cree en sus posibilidades, los rossoneri podrían estar en el inicio de una nueva era de éxitos.